Dolor crónico
El paciente que sufre dolor crónico está en un estado de debilidad emocional permanente porque el propio dolor genera importantes reacciones emocionales que pueden potenciar el sufrimiento. El dolor, al ser crónico afecta inevitablemente a todas las esferas de la vida de la personal que lo sufre: socialmente disminuyendo las relaciones con amigos y cercanos, laboralmente porque puede llegar a incapacitar por el trabajo y en las relaciones familiares para no poder llevar una vida normal en general.
Convivir con el dolor crónico representa convivir con sensaciones corporales incontrolables, limitaciones corporales, pérdida del contacto social, problemas laborales e incertidumbre económica...
Para hacer frente al dolor crónico éste debe abordarse desde diferentes vertientes: manejo del estrés, control de los pensamientos negativos, incorporar actividades y participar, buscar apoyo en el entorno y en profesionales