El Síndrome del Mouse
A partir de los años 80, con la proliferación del uso del ordenador en los puestos de trabajo, han ido apareciendo diferentes diagnósticos que intentan explicar las alteraciones y molestias que aparecen en la extremidad superior por el sobreuso prolongado del teclado del ordenador y del ratón.
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Sin embargo, estos diagnósticos han resultado ser un gran cajón de sastre que incluye patologías tan diversas como las tendinitis y el síndrome del túnel carpiano.
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En los últimos años estos síntomas se han ido perfilando progresivamente. Existe un claro antes y después con la pandemia COVID de 2019, en que muchas personas empezaron a teletrabajar en casa, con mobiliario de “oficina” poco adecuado y horarios muy extensivos.
En los últimos 4 años hemos asistido a un gran aumento de pacientes que acuden a nuestra consulta por este tipo de molestias, por las cuales hemos acuñado el término “Síndrome del Mouse”.
Qué síntomas produce?
Por lo general los pacientes presentan los siguientes síntomas:
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Dolor o sensación de sobrecarga en la zona lateral de la muñeca (en el lado del dedo meñique).
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Dolor y sensación de agarrotamiento en los músculos del antebrazo, sobre todo en los de la zona lateral del codo.
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Dolor y contractura en los músculos de la zona escapular y cervical.
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Hormigueo.
Por qué se produce?
Los ratones convencionales, tradicionalmente, son planos. Para usarlos, debemos mantener constantemente la mano también en posición plana. Esta es una postura que, mantenida durante horas, resulta muy antinatural y antianatómica.
Haz esta prueba.
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Siéntate a la mesa y pon las manos relajadas sobre la mesa. Las manos quedan juntas, delante de ti e inclinadas unos 45 grados respecto al plano de la mesa.
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Ahora agarra un ratón. Verás que, para poner la mano plana encima de él, debes hacer fuerza con los músculos del antebrazo. Esto no es un problema si lo haces un rato, pero esta posición durante horas acaba por sobrecargar los músculos del antebrazo. Al mismo tiempo, estos mismos músculos deben mantener la mano elevada y accionar los dedos para presionar los botones del ratón.
Todo esto es mucho trabajo para estos músculos y esta es la primera causa de las molestias que caracterizan el Síndrome del Mouse.
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Además, para mover el ratón debes desplazar la muñeca lateralmente una y otra vez. Este tampoco es un movimiento muy natural y, de hecho, es responsable del dolor de la región lateral de la muñeca.
Por último, debemos mantener la mano del ratón en un lateral, no en el centro de nuestro cuerpo, ya que justo delante tenemos el teclado. Para separar la mano a un lado tendremos que activar algunos músculos de la región de la escápula (sobre todo el infraespinoso y el redondo menor, que se encuentran en la mitad inferior de la escápula) que producen una rotación externa de todo el brazo. De nuevo, esta postura mantenida durante horas terminará por contracturar estos músculos y acabará por desarrollar los llamados puntos gatillo o “trigger point”.
Estos puntos son contracturas dolorosas que pueden persistir por meses o años si no se tratan a tiempo y que no desaparecen ni con reposo. Además, por si fuera poco, estos puntos gatillos producen un dolor irradiado en la zona lateral de todo el brazo, la muñeca y la mano, lo que viene a complicar aún más el diagnóstico.
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Si además añadimos que por lo general estos pacientes están sujetos a trabajos que requieren concentración, trabajan bajo estrés y asumen posturas no siempre correctas de espalda y caderas debidas a las sillas de trabajo…se añadirán las ya conocidas contracturas de la musculatura cervical y trapecios.
Cómo podemos evitar este síndrome?
La mejor opción es prevenirlo, pero por lo general no tomamos consciencia de este problema hasta que ya lo tenemos instaurado.
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Procurar que nuestro puesto de trabajo sea lo más ergonómico posible. Siempre que podamos deberemos trabajar en una mesa y una silla cómodas y de alturas adecuadas, con la pantalla en frente de nuestros ojos con la cabeza mirando al frente. Rodillas a 90 grados, codos apoyados en la mesa, distancia cómoda del teclado, el mouse y la pantalla.
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Usar un ratón ergonómico. La forma en pirámide del ratón nos permite sujetarlo con la mano apoyada sobre la mesa, pero sin tener que ponerla plana, ya que la forma del ratón ergonómico permite mantener la mano unos 45 grados respecto la mesa, posición mucho más cómoda. Además, en esta posición, el movimiento del ratón se convierte en una flexo-extensión de muñeca, que es un movimiento mucho más natural que la desviación lateral.
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Usar un teclado ergonómico. Estos teclados tienen una forma peculiar. Parecen como partidos por la mitad y con las teclas orientadas hacia fuera. Esta peculiar forma permite que las manos mantengan una postura alineada con el antebrazo por lo que las muñecas no deben estar forzadas hacia fuera.
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Adquirir el hábito de realizar maniobras de estiramiento cada 45-60 minutos. Esto puede parecer muy pesado, pero es imprescindible para evitar caer en esta patología. Tampoco es necesario levantarse o interrumpir el trabajo para realizarlos. Se tratará de realizar una serie de movimientos especialmente dirigidos a estirar los músculos que hemos explicado antes. Lo más práctico es programar una alarma que nos avise cada 45 minutos. Nos tomará un par o tres de minutos realizarlos. Para ver estos ejercicios puedes consultar nuestro vídeo.
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Si somos “profesionales del ordenador”, es importante realizar algún ejercicio físico de forma habitual (2-3 veces a la semana) que implique el uso de los brazos y la realización de movimientos amplios. No se trata de “ponerse cachas”, los músculos están sobrecargados y contracturados, no necesitan más malos tratos, por lo que no se trata de hacer pesas. Se trata de moverlos, de permitir que se muevan de la manera que no suelen hacerlo cuando trabajamos. Por ello recomendamos deportes como la natación, ejercicios como el pilates o simplemente apuntarse a tai-chi, yoga o a clases de baile. Todo vale para encontrarse mejor. Además, estas actividades serán geniales para la gestión del estrés, aunque este ya es otro tema.
Si los síntomas son persistentes es recomendable acudir de forma regular a un fisioterapeuta. Todo el mundo ve lógico que un deportista de élite vaya al fisioterapeuta de forma habitual. “Pero ¡yo no soy un/a deportista de élite!” me dirás. Pues no estoy de acuerdo. Una persona que teclea y usa el ratón durante 8-10 horas al día usa los brazos tan intensamente como cualquier deportista y, por ello, merece el mismo cuidado o más. El músculo se debe reajustar de vez en cuando, como un instrumento de cuerda se debe afinar a menudo. Idealmente, el/la fisioterapeuta debe ser siempre el/la mismo/a, alguien que nos conozca, que sepa cómo están nuestros brazos y detectar cuando algo va bien o mal.
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Si con todo esto no mejoran o desaparecen los síntomas, me temo que tendrás que venir a vernos o a tu especialista de confianza. Hay una serie de tratamientos que deben realizarse por el médico: realización de una exploración física que además asegure que no existen otras patologías, uso de medicación relajante muscular específica, infiltración de los puntos gatillo, etc…son específicos del médico.
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Bueno, ahora ya sabes más sobre el “síndrome del mouse”, ¡ponte manos a la obra!
Te recomendamos consultar la página de nuestro ratón ergonómico inalámbrico.
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